jueves, 10 de junio de 2010

Mi don

¿Un don? Sí, eso que cada ser humano tiene y muchos, ni se dan cuenta. Todo el mundo quiere tener uno, y a menudo, uno que no le corresponde, que ve en otro y, piensa que si lo tuviera, sería mejor persona, más admirado… ¡Joder! Piensa. Tú tienes un don, un carisma, que se te ha dado a ti, personalmente, y se te pedirá una amortización de ese talento, no la amortización que intentes dar al talento de al lado.

¿Tocar la guitarra es un don? Sí, claro.

¿Pintar cuadros? Por supuesto.

¿Cantar, escribir poemas? Sí.


Quizá no sabes hacer cosas como éstas, pero ¿qué hay de la paciencia? ¿de la fe? ¿de la humildad? ¿del cariño? ¿de la mansedumbre? ¿de la escucha? ¿del consejo? Todos son carismas, solo que a lo mejor no relucen como el resto, pero que son igual, o más importantes.

Como dice la Palabra de Dios, él ve en lo secreto.

Vamos allá…

A mí se me dio un don: LA MÚSICA.

La música es mi vida, mi razón de vivir, y se me dio gratis, por eso tengo que darla gratis.

Luego me van a pedir una memoria, con todo lo que he hecho con eso que se me ha dado, según mis capacidades.

A lo mejor una persona sabe tocar cuatro acordes con una guitarra y hace oración en su casa, sin que nadie la vea, con esos cuatro acordes.

Si él o ella no tiene más capacidad que eso, está haciendo todo lo posible, según sus capacidades, según lo que se le ha dado.

¿Qué pasa conmigo? ¿Sé cuatro acordes? No. Se me dio la capacidad de componer, de orar cantando y de transmitir a otros, acercándolos a la oración. ¿Me tengo que quedar en casa tocando 4 acordes? No. Tengo que salir a acercar a jóvenes a Dios, nunca creerme que he llegado al final, porque si me creo que he hecho todo y que lo sé todo, viviré de la falsedad y el orgullo.

Además, 6 cuerdas atadas a una caja de madera, sólo es eso.

Tienes que ganarte día a día el nombre que tiene.

“Dad a Dios lo que es de Dios”, decía Cristo. Así, y sólo así tendrás derecho a llamar a esa caja como se merece, dándole a Dios lo que él te regaló. ¿El nombre de esa caja? GUITARRA.
El mismo proceso deberá seguir un pintor, para que su palo y su trozo de papel, cobren el sentido de un pincel y un lienzo.
Se te acaba de dar un trozo de papel, un lápiz, una caja de madera y unas cuerdas. ¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a dejar en blanco? ¿Vas a entregarle a Dios tu historia en blanco? ¿Sin color? ¿Sin melodía?

Yo espero entregarle un cuaderno lleno de canciones junto a una GUITARRA


Pablo Soláns
MUSIKAR